Dibujo de Matt Patterson |
Abre el libro de W.B. Yeats y por azar aparecen entre los dedos del pescador los versos...
I
went out to the hazel wood,
Because
a fire was in my head,
And
cut and peeled a hazel wand,
And
hooked a berry to a thread;
And
when white moths were on the wing,
And
moth-like stars were flickering out,
I
dropped the berry in a stream
And
caught a little silver trout.
Tarde de frío, de ordenar y revisar el
equipo de pesca que suele tender al caos como el Universo. Pero también como la
casa y la propia vida. Suena de fondo el fuego y la canción de amor brasileña
más bonita del siglo XX, Jobin y Elis
Regina diciendo: Sao as aguas de marco fechando
o verao / É a promessa de vida no teu coracao…
Pero el orden y sus trabajos es siempre aburrido así que
el pescador coge el palo de escoba del ocho, una seda hundida y esa caja de señuelos
grandes y coloridos como mariposas marcianas o alevines de los lagos de Saturno.
Baja el río bien abrigado. Hay escarcha en la orilla y niebla sobre el agua
pero se calienta pronto lanzando con fuerza todo lo lejos que le deja su habilidad
y sus brazos ¿Dónde se esconden los monstruos?.
Se va la luz y vuelve a casa, junto al
fuego y Jobin, o mejor junto a la voz de Regina que se ríe mientras canta
y junto a Yeats y su pequeña trucha, cómodo y abrigado... pero, demonios... ¿cuánto falta para marzo?
Que chulo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Ferran. Habrá que seguir a lucios un par de meses...
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