Hacía muchos
años que no pescaba este tramo del río olvidado por todos. Se supone que es un
tramo de pesca “libre sin muerte” durante todo el año pero ni siquiera aparece en la ley de pesca.
Antiguas tomas de agua molineras se aprovechan ahora de forma legal o ilegal
para regar el tabaco. Cuando el agua se utilizaba para mover las piedras de los
molinos, el cristalino tesoro se derivaba gracias a una pequeña represa hecha de
cantos y a la inclinación suficiente de un canal hasta ser ayudada por la
gravedad para mover las palas y acabar luego, de nuevo, igual de limpia y sin
pérdida alguna, en el mismo río, cien metros por debajo de donde era tomada.
Ahora el agua se utiliza mezclada por insecticidas y fungicidas tóxicos, sale
por aspersores, se evapora, acaba en la tierra y la ponzoña tóxica se irá
infiltrando hasta las capas freáticas y hasta el río para contaminar por
generaciones su cauce. Es lo rentable. Es una locura. No hay duda que todos
esos tóxicos quedan fijados en las hojas del tabaco que luego se fuman los
adictos. Quizá dentro de algunos años se descubra que el cáncer no lo produce
tanto la solanácea "nicotiana tabacum" como todos esos plaguicidas que se utilizan en la
agricultura para que la delicada planta no enferme.
No es un TLS sino un TOT, un Tramo de vida Olvidado por Todos. En estos últimos años, además de vampirizar y envenenar sus aguas, sus fondos se están colmatando.
Resiste, aguanta, aún herido.
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