CAMPEONES DE ESPAÑA 2015 |
La mayoría de la población comienza a ser urbana, los ríos están
lejos, otros deportes o actividades de ocio son más gregarias, más televisivas y más cómodas. Cada vez es más difícil que los niños conozcan qué es pescar,
porqué es apasionante ser pescadores,
qué nos enseñan los ríos y los peces para que la pesca sea adictiva,
educativa, mágica… Hoy, en esta pasión, como en tantas, los padres y las madres
son los responsables. Llevar a los hijos y las hijas al río con frecuencia,
enseñarles a pescar no es nada fácil si no se vive cerca de un torrente, una
garganta, un río o un embalse. Además pescar es complicado, difícil, duro, con
una gratificación íntima y sutil, nada pública, poco lucida. ¿cómo
explicar, enseñar, educar a un chico o a una chica lo que a nosotros nos ha
dado ser pescadores? ¿lo que hemos aprendido de la vida junto al agua?
Me alegra ver a estas nuevas generaciones de “hijos pescadores”. Gracias a ellos los ríos salvajes y las truchas autóctonas de Extremadura seguirán teniendo defensores. Seguro que serán mejores que nosotros en todo.
Me alegra ver a estas nuevas generaciones de “hijos pescadores”. Gracias a ellos los ríos salvajes y las truchas autóctonas de Extremadura seguirán teniendo defensores. Seguro que serán mejores que nosotros en todo.
Contemplo la fotografía de los chiquillos, campeones de España,
leo en su expresión la timidez, la alegría, el asombro de ser los mejores. Les
quedan muchos años de aprendizaje, ellos aún no lo saben, pero les
queda la vida entera por delante. Sin embargo ya son grandes pescadores, no lo
dudo. Pero yo no les veo a ellos, veo a sus padres y a sus madres, veo muchas
jornadas en el agua junto a ellos, y admiro la entrega, la paciencia, la
comprensión, el amor de esos padres y madres, su empeño en descubrir a sus
hijos lo que ellos habían aprendido antes en el río y en la vida, el porqué, el
cómo, los secretos del agua y de los peces. Sobre todo a los que conozco, a los que he visto algunas
veces con sus hijos en la garganta. Veo a José Manuel y Laura, por ejemplo. Son invisibles en esta fotografía pero están ahí
detrás, muy presentes, también tímidos, alegres, asombrados, satisfechos. Para
mi ellos son los campeones.
Enhorabuena a los campeones. Y como bien señalas, también a sus padres. Yo no soy muy de mezclar pesca con competición. Creo que cada uno tiene que pescar a su ritmo, la única rivalidad debe estar entre el pescador y el pez.
ResponderEliminarPero también he sido hijo pescador y cuando puedo (que es menos a menudo de lo que me gustaría) intento formar a dos pequeños pescadores. Es una tarea difícil, aunque lo es menos sabiendo que la recompensa es maravillosa.
Un saludo