¿Literatura y pesca? Desconozco si existe algo de
esto en España salvo Miguel Delibes, que tampoco se prodigó mucho ni fue más
allá de un bonito diario de pesca titulado “mis
amigas las truchas” que hoy tiene un agridulce valor histórico. ¿Será que
los pescadores españoles son poco lectores?... más allá de rebuscar en Internet
lecturas técnicas de lanzado, montaje de moscas, nuevas cañas y chismes o como
ir a ríos secretos aún sin esquilmar… Porque las revistas también son escasas y
dentro de ellas brilla por su ausencia cualquier texto que no sea un pie de
foto o un articulito de esos técnicos y de no más de quinientas palabras. Tal
vez la respuesta a la pregunta se debería dividir en tres: en España hay pocos
lectores. En España hay pocos pescadores. De las dos cosas menos.
Y aún menos poetas pescadores (o pocos pescadores
poetas). Algo muy distinto a lo que ocurre en otros países con una tradición de
pesca deportiva (y de lectura) más antigua como Gran Bretaña o los Estados
Unidos donde no hay poeta que no tenga un poema sobre pesca, ríos y truchas.
Hace años, cuando comencé a leer los cuentos de Raymond Carver y luego sus
poemas, descubrí con asombro que en muchos de sus versos se hablaba de pesca.
En este enlace hay algunos de los poemas de pesca más conocidos (desconozco si
están traducidos al español)
Mi tocayo Raymond tuvo una vida parecida a una
pocilga. Dura como tantas personas de la clase baja americana, sin recursos,
con padre alcohólico, luego él mismo padre casi adolescente con su novia del
instituto y el mismo alcohólico casi terminal, endeudado, sin dinero para
comprar comida o calentar la casa hasta que a los cuarenta salió del agujero
por su forma de contar y ver la vida. Me gusta muchos de sus versos, pero de entre
todos ellos me gusta un fragmento de este titulado: “Where Water Comes Together with Other Water” No habla
explícitamente de pesca como en otros, pero cualquier lector/pescador puede
entender que quién habla es el Carver por fin feliz, enamorado de los ríos
trucheros, liberado ya de su alcoholismo. Comenzaba a publicar, tener lectores,
vivir de sus libros. Volvía a estar enamorado y salía muchas veces a pescar en
los arroyos y ríos de la Península Olímpica cerca de Port Ángeles.
I love creeks and the music they make.
And rills, in glades and meadows, before
they have a chance to become creeks.
I may even love them best of all
for their secrecy. I almost forgot
to say something about the source!
Can anything be more wonderful than a spring?
But the big streams have my heart too.
And the places streams flow into rivers.
The open mouths of rivers where they join the sea.
The places where water comes together
with other water. Those places stand out
in my mind like holy places.
But these coastal rivers!
I love them the way some men love horses
or glamorous women. I have a thing
for this cold swift water.
Just looking at it makes my blood run
and my skin tingle. I could sit
and watch these rivers for hours.
Not one of them like any other.
I’m 45 years old today.
Would anyone believe it if I said
I was once 35?
My heart empty and sere at 35!
Five more years had to pass
before it began to flow again.
I’ll take all the time I please this afternoon
before leaving my place alongside this river.
It pleases me, loving rivers.
Loving them all the way back
to their source.
Loving everything that increases me.
Me
fascinan los arroyos y la música que crean.
Y
las corrientes, entre prados y cañas, antes
de
tener oportunidad de convertirse en arroyos.
Me
fascinan sobre todo
por
su sigilo.¡Casi olvidaba
decir
algo de las fuentes!
¿Hay
algo más hermoso que un manantial?
Pero
también me encantan las grandes corrientes.
Las
bocas abiertas de los ríos cuando se unen al mar.
Los
lugares donde el agua se une
a
otras aguas. ¡Conservo esos lugares
en
mi mente como si fueran sagrados!
Me
gustan como a otros les gustan los caballos
o
las mujeres atractivas. Me pasa una cosa
con
esa agua fría y veloz.
Sólo
con mirarla se me acelera la sangre
y
se me eriza la piel. Podría sentarme
a
mirar estos ríos durante horas.
Ninguno
es igual.
Hoy
tengo 45 años.
¿Me
creería alguien si le dijera
que
una vez tuve 35?
¡Mi
corazón seco y vacío a los 35 años!
Tuvieron
que pasar cinco años
antes
de que empezara a latir de nuevo.
Me
tomaré todo el tiempo que quiera esta tarde
antes
de dejar mi sitio en la orilla del río.
Me
gustan, me encantan los ríos.
Me
encantan desde su nacimiento.
Me
encanta todo lo que me hace crecer.
Desde siempre mi hijo el pescador me ha
visto leer a los poetas y en mi casa hay una buena sección de poesía que se ha
ido acumulando a lo largo de muchos años pero no recuerdo que haya, de entre
todos los libros de poetas españoles, un solo poema en el que haya ríos y
truchas. Le paso entonces los poemas de Carver en inglés y se sorprende por son
muy sencillos y limpios y le gustan.