A pesar de
llevar un equipo tan sofisticado hay algo de primitivo y ancestral en estar aquí,
junto al río, acechando a los peces. La voluntad y la certeza de habernos alejado
de horarios y prisas, deslizándonos por el día, caminando con una inteligencia
y unos modos que no parecen nuestros, sigilosos, atentos, muy despiertos a
todo.
Percibimos lo
que pasa con una intensidad que no se da en otra parte. Los sentidos se afilan,
el antepasado cazador y pescador que un día fuimos se rebulle bajo la piel urbanícola
con la que nos disfrazamos. Llevamos muchos chismes y materiales modernos pero
no hay mucha distancia de la caña de palo, el sedal de crines y el anzuelo de
hueso.
Me gusta este
despertar, esta forma de sentir la vida junto al agua. Nos llenamos de un
optimismo inexplicable, una vitalidad que no parece nuestra, unas energías que
alimentan el esfuerzo y el camino sin parecer agotarse.
He sentido lo
mismo en Laponia y el Amazonas pero también en el río de mi vida, asequible y
cercano. El desafío y el deseo es el mismo, caminar y pescar, acechar y tocar a
los peces más sabios, comprobar otra vez que podemos medirnos con el río. No se
trata de luchar o vencer, no va la cosa de éxitos o cantidad de capturas sino de
estar, ser y sentirnos pescadores en el único medio que apenas ha cambiado en
miles de años. Tampoco nuestro instinto piscatorio.
Creo que el
sabio griego no dijo “pienso luego existo”,
tal vez hubo en el camino algún error de traducción, yo imagino que dijo “pesco luego existo”, más bien…
Llevo poco tiempo siguiendo tu blog. Pero creo que he leído casi todos los post. Quiero felicitarte por este espacio. Lo encuentro bastante diferente a muchos otros de pesca. Pesco mucho la zona, soy además miembro de la sociedad de minchones. Sólo pesco a mosca. Me gustaría hacerte una consulta en privado si pudiera ser.
ResponderEliminarUn saludo.
Claro, cuando quieras. ramonsoriabre@gmail.com
ResponderEliminarSiempre que vuelvo a casa me preguntan cuantos peces he pescado. Siempre tengo que explicar que voy a PESCAR no a ver cuantos peces pesco. Lo importante es estar ahí, en medio del río y no acordarme de ningún problema, únicamente preocupado de ser más listo que algún pez.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Ramón. Siempre me ha llamado la atención el que muchos pescadores corran por el río sin pararse a mirar y empaparse de lo que les rodea. Me da la sensación que van a recolectar aunque luego suelten los peces: soltar para contarlo. La pesca maquinal.
ResponderEliminarCon tu permiso te envío un texto al correo que le has facilitado a Victor
Un saludo.