Foto de: thefeatherbender.com |
Está tan de
moda la depilación brasileña de tirilla o la completa que a veces uno echa de
menos los bosques vírgenes donde no entró nunca el leñador, la cera, el láser o la epilady.
Por otra parte
siempre hice mía aquella estrofa de Loquillo: Me gustan las chicas / que
por condición / necesitan tiempo / y dedicación, / elegantes y bonitas, / con
ligero de Dior, / Chanel, cocaína y Don Perignon./ No hay color, no hay color…
Lo que no
contradice lo primero.
Porque los
pelos de las moscas dan también mucho juego. En ellas me gusta mucho. Y mucho
más a las truchas. Este montaje
lo tiene todo, cierta depilación civilizada, pero también los pelos justos para
hacer el bocado auténtico, gustoso, apetecible.
He pescado esta temporada muchas truchas con una mosca parecida en la que utilizo pelos de distinto color
para el cuerpo y para las alas. Son insumergibles y sale muy bien con ella el mítico lance de sombra. No todo va a ser perdigonear.
Pero de la depilación integral o de los pubis teñidos ya hablaremos en otro
momento… que esto es un blog de pesca. De peces.
He de reconocer que me he pegado un carcajada ante el título de esa mosca. Me gusta este patrón el cual voy a fusilar para la próxima temporada. Será una buena mosca para hacer correr por las aguas de alta montaña, o para mover en tiempos de plecos ;-)
ResponderEliminarAsí es, tipo pleno gordo. Gracias Ferran.
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