viernes

"EL TRAMPERO" de Vardis FISHER


No hay mejor colchón que una pequeña playa de río, de un pequeño río de montaña, de un pequeño rincón del mundo, aún salvaje ¿por cuanto tiempo? en el que has montado un abrigo precario para dos días. En alguna parte, hoy te parece que muy lejos, seguirá corriendo la ruleta rusa de la crisis con todas las balas metidas en sus recámaras y un mono loco escondido en un despacho va apuntando con el arma hacia la gente. 

Antes de bajar a este rincón anduviste trasteando en la cocina del pueblo con carnes y un cuchillo de silex encima de la gruesa tabla de nogal. Picaste medio solomillo de cerdo, un hígado, un corazón y un seso de cordero lechal, sus dos riñones, su rico recubrimiento de grasa y un buen trozo de tuétano. A esta farsa añadiste un machado de ajo y una fritada bien desgrasada de pimiento verde, rojo y cebolla, abundante pimienta, generosa ración de sal, hojas de salvia y tomillo en flor. Luego has metido todo este picadillo en la maravillosa tripa limpia y fresca que te ha regalado tu amigo carnicero y has fabricado cuatro gruesas salchichas que ahora, para cenar, estás asando muy despacio. La receta de estas salchichas es de los indios Apsálooke aunque ellos las hacían con huapiti y bisonte.

Has estado pescando hasta que la penumbra no te dejaba ver el señuelo. Te sabes el camino de vuelta hasta la playa aunque la maleza y la noche han convertido el paisaje en otra cosa. El chisporreteo del asado se extiende por el río. El sonido del agua se te mete muy dentro hasta formar parte de ti. La salchicha india está exquisita sobre una rebanada de pan a modo de plato. Vas cortando con la navaja pequeños pedazos y mojando el bocado con un trago de vino fresco de la bota.

El año en el que naciste, Vardis Fisher escribió “el Trampero”, una bella novela de la que has sacado la receta de estas salchichas Crow. Ha pasado mucho tiempo y sin embargo no ha cambiado la sensación de paz y gratitud por una noche en el campo, a la sombra de la luna, aguardando el sueño sobre una cama de arena que han fabricado el agua y los siglos.

El mundo se sigue dividido en dos grupos distintos y extraños. El de los indios, el de los colonos. El de los nómadas, el de los sedentarios. El de los que buscan la seguridad de los muros, el de los que los saltan y se van lejos.




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