lunes

MAYO



Nubarrones de tormenta, helechos gigantes, libélulas mágicas, una higuera de brevas salvaje junto al molino en ruinas, el sonido del agua fría, los patos salvajes, los barbos remontando la corriente, el tiempo fluyendo lento y borrando de mi memoria cualquier dolor o derrota. Pescar. No picaron las truchas. No importó demasiado. Belleza o felicidad son palabras extrañas que acostumbramos a escuchar pegadas a cosas que se venden y se anuncian por la televisión. Sin embargo viven en otro lado, duermen y despiertan junto a un río y me llegan de pronto, tras madrugar y caminar mucho tiempo junto a mi hijo el pescador. Pescar junto a Iker y Guillermo, estar en la garganta a primeros de mayo. No hay para mi otro paraíso real mejor.

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