domingo

ATENCIÓN



Muchas veces estamos pescando con la cabeza en otra parte. Nuestra mente se va por ahí, a los amores, al trabajo, al futuro, a lo que debemos hacer o haremos o deberíamos haber hecho... todas esas preocupaciones con las que nuestro cerebro ocupa el presente y nos distrae, nos enreda e impide que estemos de verdad pensando sólo en eso, en el aquí y el ahora del río.

Yo no lo llamaría tanto concentración como atención. Tampoco se trata de ningún estado "zen", no se trata de "no pensar en nada", ni de "poner la mente en blanco" sino en estar atentos, con todos nuestros sentidos en el agua, las truchas, el lance… sin pensar en otra cosa, sintiéndonos y siendo en esas horas sólo pescadores.
 Estar atentos y hasta muy atentos, sumergidos en ese presente, es lo que impedirá que nos caigamos, que los pies resbalen, que no clavemos a tiempo una tomada, que no descubramos que las eclosiones son ahora de un amarillo pálido en lugar del verde liquen que tenemos atado. Estar atentos nos permite ser buenos en eso que estamos haciendo y, sobre todo, disfrutar de verdad de cada instante.

Pero muchas veces estamos distraídos, no acabamos de olvidar la última discusión con la novia, el miedo de esta crisis, el problema de ayer… nos movemos hacia el pasado y hacia el futuro inútilmente, distraídos, sin vivir de verdad cuando hay que estar atentos, poner todos nuestros sentidos en el presente, no distraerse con nada que no esté fuera de nuestra cabeza. 
Le digo todo esto a mi hijo el pescador que ya lleva colgadas esta tarde cinco moscas en los árboles. Debemos bajar de todos esos  árboles a los que se sube sin querer nuestra cabeza, bajar a ras de río y hasta sumergirnos con la mente bajo el agua, no para imaginar como piensa la trucha sino para pensar y ser sólo un pescador y nada más, sin moverlos en el tiempo ni hacia delante, ni hacia atrás. Sintiendo que vivimos el presente que es lo único que de verdad existe. Carpe diem.


4 comentarios:

  1. Amén compañero. La atención es vital en nuestra afición. Ahora, yo sí pienso que es una especie de estado zen. Por lo menos en mi caso es llegar al río/embalse y olvidarme de preocupaciones y asuntos mundanos. Sólo pesca, o a lo mucho alguna de esas dichosas canciones que de vez en cuando entran en nuestra cabeza y se resisten a salir, repitiéndose una y otra vez... ¡Saludos!

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  2. ¡Es verdad Jorge!, muchas veces se nos queda horas y horas una canción en la cabeza. Es muy extraño. Sin embargo esa canción nos ayuda a estar allí, concentrados, sin pensar en nada más.... (a mi me pasa mucho)

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  3. De acuerdo con Jorge. Se trata de Zen en el sentido más puro del término. Zen es ser Uno, ser Buhda. Descubrir que no hay más forma de ser que ser con todo. Los japoneses hacen Zen de muchos modos: Za-Zen (Zen sentado), barriendo, cocinando, escribiendo...
    Pescar y hacerlo bien es ser-uno-todo-pescando. Yo he seguido tu consejo y he comprado y estoy leyendo a O. Pavel (exquisito). Sigue el mío y lee "La cultura japonesa y el Zen" de Suzuki (y no es el de las motos). Te gustará.

    Sigo pensando que no sé que haces aquí, en tu agujero negro, sin mostrar a la gente lo que escribes y el modo en que lo haces.

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  4. Buscaré el libro de Suzuki. Es cierto que pescar puede ser Zen, aunque hay pescadores que parece que están en el río igual que si estuvieran en la oficina, llenos de estrés y de prisa.

    Otros en cambio, diluimos el ser con el todo... Mirar el agua es además hipnótico, como mirar el fuego en invierno.

    Gracias por tu recomendación.

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