Del río me
gusta sobre todo la lentitud, aunque soy un pescador que pesca deprisa,
lentitud para saborear, caminar, observar, pensar, disfrutar, imaginar,
recordar, desear. El tiempo en el río es otro muy distinto, un tiempo siempre
lento, una sucesión de instantes intensos que nos hace olvidar ese otro tiempo
de fuera lleno de horas, calendarios y velocidad…
Es una lástima
que aún no esté traducido al español “Salmonia” de Sir Humphry Davy, uno de los
grandes científicos del XIX al que deben la vida miles de mineros gracias a su
lámpara y uno de los más grandes y más apasionados pescadores de la pesca con
mosca de Gran Bretaña.
Le hablo a mi
hijo el pescador de este maravilloso tipo, científico, poeta y pescador, en
aquel tiempo en el que ser, practicar y escribir de esas pasiones enriquecía y
hacía progresar al mundo…
Para saber más
de Davy:
“La edad de los prodigios. Terror y belleza en la
ciencia del Romanticismo”. Richard Holmes. Traducción de Miguel Martínez-Lage y
Cristina Núñez Pereira. Turner. Madrid, 2012.
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