Ya florece el tomillo y brota el poleo perfumando la brisa del amanecer. Los helechos y las cicutas están enormes. Todo huele a vida de verdad, de la que nadie empuja, ni compra, ni controla.
Domingo de frío,
lluvia, sol, nieve en Gredos. Siento que esta primavera es un regalo. Me metí
en una orilla con yerbajos muy espesos de dos metros de altura. Me topé con la cama
de los jabalíes y escuché cerca sus barruntos así que reculé y seguí por el
agua. Hay que saber a veces recular, desandar, volver sobre nuestros pasos y tomar
otro camino. En la vida. En el río.
Apenas pesqué
dos horas el domingo pero en ese tiempo se deshizo el Tiempo. Si alguien me
hubiera dicho que había estado pescando seis u ocho horas le habría creído.
Esas dos horas se estiraron por el espacio-tiempo del Universo, como dice Stephen
Hawking, y tal vez ocuparon muchos días de mi burocrático y formal calendario.
La trucha luchó
con ganas, aprovechando la profundidad y la corriente de la poza. Los diez o veinte segundos
se estiraron también ocupando mucho espacio de mi tiempo. Hubiera jurado que la
brisa, el sol, las perezosas efémeras, la corriente del río... estaban todos parados
aguardando el final de la pelea. Hubiera jurado que pasaron muchas horas hasta
que toqué por fin la piel del pez. Uno entiende la teoría de la relatividad, el Big Bang, los agujeros negros, el
horizonte de sucesos, los conos de luz y la teoría de supercuerdas cuando una trucha detiene el tiempo o lo estira o lo llena completamente
haciendo desaparecer todo lo demás. Tendría que escribir a Hawking para contárselo.
O cuando el pez ve nuestra mosca y se dirige decidido hacia ella... ¡he visto barbos que han tardado "horas" en picar!
ResponderEliminarY, al hilo de tu encuentro con los jabalíes, también fue eterno el tiempo que pasó desde que ví un rayón en la orilla opuesta de una garganta hasta que me alejé lo suficiente como para snetirme seguro. Fue en el Maestrazgo, el día de la apertura de hace unos 4 años e iba solo. Lo dicho, ¡una eternidad!
Un saludo