jueves

PROGRESO Y SOSTENIBILIDAD

(Pintura de Diane Michelin)

…Crecimiento, desarrollo sostenible, crisis económica, revoluciones sociales, guerras por petróleo… Los recursos del mundo son limitados pero sus habitantes tienen derecho a una vida mejor y más confortable, una vida que era hasta ahora privilegio de sólo unos pocos países y sólo unos pocos millones de personas. Pero ya no podemos crecer a base de ladrillo, especulación, contaminación, derroche de energía. Es necesario pensar de otra forma y vivir de otra forma, imaginar y luchar por un futuro más justo para todos, más sostenible, más equilibrado y seguro que mejor aunque ahora, con la crisis económica, nos parezca también más incierto que nunca.

Tal vez tengamos que pensar como pensamos los pescadores de truchas. Los pescadores de truchas no derrochamos, ni ensuciamos el agua, siempre estamos investigando, echando imaginación, esfuerzo, paciencia y ganas sin esperar de forma automática ninguna recompensa, si pican bien, si no pican ya picarán. Sabemos que el mundo y la naturaleza tiene unos recursos limitados y un equilibrio frágil. Sabemos que cuidar y hacer sostenible esta riqueza presente es asegurar el futuro. Nos divertimos también sin derrochar, con casi nada, un río, lanzar una mosca, tener tiempo para tocar el agua. Los pescadores de truchas no queremos aparentar, ni consumir, ni gastar, ni derrochar, hace mucho tiempo que hemos descubierto que los paraísos no están en lugares remotos con hoteles de cinco estrellas a pie de playa sino muy cerca, tal vez aquí mismo.

Los pescadores de truchas hemos aprendido a disfrutar del tiempo lento porque sabemos que estamos de paso como la efémera, que la belleza y la felicidad son los instantes y no los objetos y ninguna crisis nos va a hurtar el placer de salir al río a pescar truchas. La crisis nos enfrenta a la necesidad de pensar de otra forma y vivir de otra forma. A descubrir que tener menos o tener más no es la cuestión. La cuestión es que los recursos del mundo son limitados, los millones de personas que vivimos en él tenemos derecho a un mismo bienestar y hay que cambiar el desarrollismo por la sostenibilidad y comenzar a pensar que consumir y derrochar no nos hace más felices, nunca nos hizo más felices. Le digo a mi hijo que también en eso tenemos que pensar como un pescador de truchas que siempre preferirá un río de verdad con truchas difíciles que un estanque lleno de truchas fáciles, que no le importará tener la caña más cara o la más barata sino tener tiempo para bajar al río, que no necesitará enseñar lo mucho que ha pescado sino saber que las truchas que ha logrado pescar siguen vivas para que mañana puedan hacer feliz a otro pescador. Tal vez a mi hijo.

2 comentarios:

  1. Magistral.
    Describe perfectamente lo que siento en el río.

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  2. Sin embargo, en una de las gargantas más bonitas que conozco, sigue echando su mierda una pollería... pero como "da puestos de trabajo" nadie paraliza los vertidos... Esto es el desarrollo: destruir para enriquecerse...

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