Tal vez fuera
Confucio o cualquier hombre sabio de cualquier lugar, de cualquier tiempo, el
que dijo: “Regala un pescado a un hombre
y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el
resto de su vida.” Lo único seguro era que aquel tipo era un pescador de
caña. Este proverbio es el más conocido de los que tienen que ver con la pesca
y su potencia metafórica ha sido utilizada muchas veces para explicar la
diferencia entre dependencia y autosuficiencia.
Aunque tuve
grandes maestros pescadores, desde niño mi tendencia a “lo teórico” me hizo
interesarme por cuantos libros sobre el asunto cayeron en mis manos. Este de la
fotografía fue uno de los primeros. Luego han venido otros muchos, algo más
“técnicos”... Sigo aprendiendo de libros de pesca y de maestros de pesca por
igual. No todo está en lo libros, ni todo está en las palabras de los maestros. Luego está lo
que uno ha ido aprendiendo por su cuenta...
Durante muchos
años, de Luis Quesada y sus rastreos por revistas de pesca de todo el mundo
aprendí muchas cosas. Él no lo sabe o no lo recordará, pero premió un viejo
relato mío titulado “Sombra” http://mihijoelpescador.blogspot.com.es/2011/03/sombra.html que a mi hijo
el pescador le gusta mucho. El
otro día, en el Tormes, le veía pescar delante de mi. Esta la sostiene Luis pero la pescó Ignacio. Aprendí algunas cosas esa tarde.
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