(Pintura de Diane Michelin)
Se equivocaron todos los economistas teóricos del ocio. El ocio, el tiempo del ocio se ha estancado. Hace veinte años se auguraba un futuro con menos horas laborales y más horas libres para "gastar y consumir" o para no hacer nada. Luego la revolución de las nuevas tecnologías prometía algo parecido, los ordenadores, las máquinas y los robot mantendrían la productividad y tendríamos más horas libres. Pero no es así. China y el resto de países emergentes han propuesto el ejemplo contrario que tarde o temprano vamos a seguir todos. Mi hijo el pescador no ha leído a Paul Lafargue pero piensa como él. ¿porque no hay un equilibrio entre tiempo laboral y tiempo personal?. Trabajamos más, producimos más, pero seguimos trabajando muchas horas y no ganamos más, al contrario, el trabajo es más precario, la jubilación incierta. Este modelo de vida no nos hace feliz y además no es muy sostenible. ¿Porqué no cambiarlo?, la vida es demasiado corta para dejarse engañar.
Acabo de contarle a mi hijo el pescador porque se llama efémera la efémera. Vive un día como adulto. A veces ni eso porque una trucha se la come antes de poder aparearse. ¿y si sólo viviéramos un día? me pregunta. Pero hay tantas preguntas sin respuesta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario